El 28 de setiembre de 1991 quedó marcado en los anales del fútbol nacional como el día en que dos fuerzas decidieron forjar una sola armadura. Pérez Zeledón y Generaleña sellaron un pacto que no fue simple fusión: fue el nacimiento de unos guerreros. Así, emergió el Municipal Pérez Zeledón, un estandarte que desde hace 34 años defiende al sur como si cada partido fuera la última batalla.
Su primera marcha hacia el campo se dio en 1992 bajo el mando del general Juan José Gámez. En aquel debut, desde el sur no se contentaron con sobrevivir; entraron con la frente en alto, alcanzando la fase final y demostrando que no temían desafiar a ningún imperio.
Con el paso del tiempo, el grupo fue forjando héroes con nombres que aún resuenan como tambores de guerra: Luis Alpízar, Taylor Morales, Wilberth Pérez, Freddy Fernández, Farlen Ilama, Jeaustin Campos y Geiner Segura, entre muchos otros, cada uno de ellos dejó sangre, sudor y cicatrices sobre el campo, levantando un muro de resistencia que convirtió al sur en fortaleza.
La campaña 2004-2005 estuvo a punto de sellar la primera gran conquista. Vencieron al poderoso Saprissa en el Apertura y marcharon hasta la final con el escudo brillando, aunque la gloria fue arrebatada en el último asalto por Alajuelense. Aquella herida no debilitó al ejército, lo templó como el fuego al acero, y les abrió la senda hacia las batallas internacionales.
La recompensa llegó más de una década después. José Giacone, como estratega, forjó la disciplina y el orden de un ejército paciente. En el Apertura 2017, el sur alzó su estandarte hacia lo más alto: la estrella de campeón iluminó el cielo del Valle del General. Ese grito de victoria no fue solo un título; fue el eco de generaciones enteras que creyeron en la unión como la mayor de las armas.
Hoy, 34 años después, no se conmemoran solamente partidos o temporadas. Se honra una guerra continua, una resistencia sin tregua, la decisión de levantarse como un solo grupo y desafiar a gigantes con el orgullo del sur. Porque el Municipal Pérez Zeledón no es solo un club: es un ejército eterno de guerreros que seguirán defendiendo su tierra hasta que la última trompeta de batalla resuene.
Nota escrita por Martín Soto. Coordinador de Estadística de UNAFUT.
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Allan Fernández Hernández
